23 de enero de 2008

Disminuye la mortalidad infantil

Que extraño es leer noticias alentadoras en estos tiempos que corren, pero a veces ocurren cosas que devuelven un poco la confianza en el éxito de los buenos propósitos que se lanzan a diestro y siniestro en este mundo global y deshumanizado. El día de hoy amanecimos con una buena noticia, y aunque no se ha conseguido el 100% del objetivo, al menos una pequeña parte se ha logrado, lo que indica que vamos por el camino correcto. Según los datos presentados por UNICEF, por primera vez desde su creación, el último estudio sobre la mortalidad infantil en el mundo muestra una disminución en sus cifras. Desde la década de los 90 hasta nuestros días, 61 países han conseguido reducir su tasa de mortalidad a la mitad. Son realmente unas cifras si no alentadoras pero al menos muy halagüeñas, pues aunque la mayoría de países en situación más crítica no hayan alcanzado "los compromisos del Milenio", pero han trabajado y trabajan en ello. En América también se ha disminuido la tasa de mortalidad pero la situación es heterogénea, como siempre debido a las diferencias que enfrenta el continente: los bajos salarios, la maternidad adolescente, la carencia de servicios básicos por sectores de la población y por la falta de una oportuna atención sanitaria en muchos casos. En conjunto aun estando lejos de los casos más extremos del planeta como son África y parte de Asia, seguimos contando con muertes elevadas como las que se dan en Bolivia, Haiti, Guyana y Paraguay. Aunque esto sigue siendo una nota negativa, tenemos que sonreír porque por fin los proyectos están dando sus frutos o al menos eso esperamos todos.

19 de enero de 2008

San Canuto: un santo peculiar

Desde luego tengo que empezar por decir que no soy muy devoto de las fiestas patronales y desde luego mi herencia católica practicante es casi inexistente, pero como todo en la vida siempre hay excepciones a todo, y una de estas excepciones es la que me sucede a mi con San Canuto. Este santo conocido como Canuto "el santo" fue rey de Dinamarca en el Siglo I y dedico las fortunas de su reinado a la evangelización y a la construcción de iglesias y catedrales; hecho por el cual fue asesinado, ya que los nobles de su corte (liderados por uno de sus hermanos) no veían con buenos ojos que todo los gastos fueran a parar a las causas eclesiásticas. Ahora que ya sabemos un poco de la historia de su vida, vayamos a lo realmente curioso. Como todos sabemos hay santos para todas las causas y profesiones existentes, así por ejemplo Santa Lucía es la patrona de los ciegos, San Cristóbal es el patrón de los conductores, San Andrés el de los pescadores o Santa Cecilia patrona de los músicos, San Canuto es el patrón de los estacionamientos; y es que según contaba la leyenda urbana al rezo de "San Canuto, San Canuto que encuentre aparcamiento en un minuto" se solía encontrar donde dejar el vehículo en lugares habitualmente difíciles y llenos de autos. Y doy fe de ello, de ahí que demuestre mi aprecio por este Santo, pues todas las veces (salvo una) en que he rezado su "oración" he conseguido lugares donde dejar el vehículo y siempre cerca o en la misma puerta de los sitios a donde iba. Así que aunque parezca una tontería, a todos les recomiendo que prueben, pero eso si, siempre hay que dar las gracias por los favores recibidos. Feliz Día de San Canuto a todos.

9 de enero de 2008

Bolívar Fuerte: más de lo mismo

Como dice el refrán "aunque la mona se vista de seda, mona se queda" y es justamente lo que ha pasado aquí en Venezuela con la reconversión. Ahorita tenemos unos billetes muy coloridos (como los del Monopolio) y si me apuran más o menos con el mismo valor; pues resulta según decían en esas bonitas cuñas publicitarias con las que nos bombardearon el año pasado que el cambio nos haría tener una economía fuerte y un mayor poder adquisitivo entre otras maravillas. Yo no soy economista, y tampoco caigo en mensajes ni oficialistas ni opositores, simplemente soy un ciudadano con sentido común y tres ceros menos en mi cuenta bancaria. Si seguimos con una inflación ascendente y sin control, con un control cambiario como en el pasado para disimular dicho descontrol, viviendo de las importaciones para la mayoría de las cosas, y supeditando la prosperidad de la nación a las fluctuaciones del precio del barril de petróleo, simplemente caeremos en la espiral de países vecinos como Brasil o Argentina, que han cambiado de moneda en múltiples ocasiones. Lo que necesitamos es una verdadera política económica de mercado con inversión constante, nacional o extranjera; puesto que lo que da bienestar social a las naciones son sus puestos de trabajo y no unos simples cambios de denominación y de colores para tapar la misma base inservible. Tal y como he oído por ahí en una ocasión, somos un gigante (o en proyecto perpetuo de serlo) con pies de barro.