4 de octubre de 2007

Acostumbrados a la violencia

En estos tiempos tan difíciles que nos ha tocado vivir, la violencia es algo así como el pan nuestro de cada día, algo que miramos en el periódico del lunes a ver cual ha sido el recuento del fin de semana como si de un partido de fútbol se tratara. Dejamos de escandalizarnos, para simplemente quejarnos por la situación o en otros casos sencillamente dar gracias porque ninguno de los afectados es familiar o conocido nuestro. El problema es que esto ha trascendido a todos los niveles y esto se ha convertido en una película más del antiguo oeste donde todo se podía arreglar a balazo limpio. Donde los duelos estaban a la orden del día y donde el enterrador del cementerio paseaba por las calles buscando clientela como si de vendedor de libros se tratara. Ciertamente se ha perdido toda sensibilidad por la vida humana y el respeto por los familiares de los difuntos. Digo esto por un caso que me llamó ciertamente la atención; pues la semana pasada en el diario oriental La Antorcha, se hacían reseñas de dos incidentes ocurridos a unos muchachos jóvenes. El primero de ellos fue encontrado muerto por herido de arma, tumbado en la calle. Y el otro muchacho falleció a causa de un choque de carro. Hasta ahí podríamos decir que todo dentro de la normalidad de lo que sucede; pero lo que realmente me molestó es que se publicaran las fotos de como habían quedado las víctimas. Como decía mas arriba, me parece una falta de respeto para los familiares, puesto que si los fallecidos fueron identificados sin mayor problema, creo que no era necesaria la inserción de las imágenes en ese estado tan lamentable, que a mi juicio solamente sirven para crear mayor dolor entre sus allegados. Respeto y apoyo al 100% la libertad de expresión, pues sin ella yo mismo no podría escribir aquí mis opiniones, pero de igual forma creo que es necesario tener un poco de compasión al detallar sucesos de esta índole.

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