A veces me pregunto qué nos diferencia de los robots, de los animales, y de los objetos. Y además de las mil cosas obvias, creo que la más importante es eso que llaman alma, ese hálito de vida que viene acompañado de sentimientos encontrados con los cuales muchas veces no sabemos qué hacer.
Generalmente cuando estamos tristes, tendemos a pensar en el por qué de las cosas, y al menos en lo personal creo que en esos momentos sería deseable no sentir, no tener sentimientos encontrados de esos que causan más problemas internos en un momento que lo que deseamos es tranquilidad.
Sin embargo sentimos... Y ejecutamos acciones sesgadas por la rabia, la ira, el dolor que traen consigo consecuencias de las cuales no nos recuperamos sino con el tiempo, hasta que terminamos de entender las razones de las otras personas que desencadenaron los eventos. Aceptamos la situación, y empieza otra vez el ciclo.
Maduramos, y terminamos por no darle valor a algunas cosas. Filtramos al máximo el ciclo anterior, y llega el momento en que nos endurecemos tanto que nos enfriamos.
Entonces allí me pregunto, dejamos de ser humanos?
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